viernes, 28 de agosto de 2009

Los Juegos Olímpicos

Los Juegos Olímpicos: origen y significado

Los primeros juegos olímpicos que se conocen son los de 884 a.C., pero los resultados más antiguos de los que disponemos nos remontan al año 776 a.C. en Olimpia., donde se hallaba el emplazamiento más importante de Grecia en el que se adoraba a Zeus. Se dice que el fundador de los juegos fue Pélope, hijo del rey de Frigia, quien compitió en una carrera de cuadrigas por el amor de Hipodamia, pero otros atribuyen el mérito a Hércules y sus doce pruebas o a un tributo que éste quiso hacer a su padre Zeus. También existe la versión según la cual el propio Zeus instituyó los juegos para conmemorar su victoria contra los Titanes. También se cree que fueron originarios de Creta y traídos al continente por medio de sus sacerdotes. Por último, Turquía reclama ser el lugar originario de la competición, pues se han encontrado en sus tierras las estatuillas deportivas más antiguas que se conocen.

Hay constancia de que antes de que se celebrasen los juegos olímpicos, ya había unas competiciones deportivas en honor a los dioses llamados Juegos Mïticos. Oficialmente, su origen está en una tregua firmada por Ifitos, rey de Elida, y Licurgo, rey de espadas, mediante la cual en vez de luchar en el campo de batalla, lo hacían en los estadios.

El valor de los juegos era una manifestación religiosa de acatamiento a los dioses; se desarrollaba el cuerpo y el alma; favoreció la amistad entre diferentes ciudades y contribuyó a la unidad de los helenos. Tenían un gran significado religioso, pues se celebraban a los pies del Monte Olimpo, residencia de los dioses, y todo el esfuerzo se dedicaba a ellos, ofreciendo lo mejor del hombre: capacidad artística y destreza en los deportes.

Se celebraban cada cuatro años y duraban seis días y eran una ocasión muy especial en las ciudades, incluso se detenían todos los actos oficiales. Había emigraciones de todos los pueblos griegos hacia Olimpia, que hizo que la ciudad evolucionara y se convirtiera en un centro de unión de los griegos. Representantes de todas las ciudades participaban en las ofrendas y sacrificios anteriores a los juegos, lo que provocaba una sensación de hermandad entre todas ellas. Se competía además a nivel individual, no en nombre de ninguna ciudad.

No se vendían entradas y se levantaban carpas y casetas para refugio de gente que acudiera como espectador. Aún así, muchos se quedaban fuera y tenían que dormir a la intemperie.

Las categorías

No se sabe con certeza en qué orden se realizaban las distintas pruebas.

- Las Carreras: la principal carrera era la de velocidad, que constaba en un recorrido de 192 metros (un estadio). Más tarde se añadieron el díaulo (velocidad pero de ida y vuelta), el dólico (resistencia) y la hoplitodromía (carrera con armamento).

- Salto de Longitud: no se medía la distancia saltada, sino que se tomaban en cuenta las huellas de los participantes. Posteriormente este salto se realizó con piedras o plomo.

- Lanzamiento de disco: consistía en el lanzamiento de un disco de bronce, cuyo tamaño y peso variada en función de la edad de los participantes.

- Lanzamiento de jabalina: se medía no la puntería sino la distancia

- Lucha: consistía en derribar al adversario. No se permitían patadas, manotazos ni puñetazos

- Pugilato: se permitía golpear únicamente con los puños

- Pancracio: aparece en 640 a.C. consistía en vencer al rival usando cualquier método. Podía llegar incluso a la muerte.

- Carrera de carros: eran el momento más importante de los juegos. Podían llegar dos o cuatro caballos.

- Carreras de caballos: no se usaban ni estribos ni sillas, y podían incluir obstáculos.

- El Pentatlón: Este era la competencia por excelencia de los Juegos Olímpicos, se incorporó en el año 708 a.C. Constaba de una carrera de velocidad, salto de longitud, lanzamientos de disco y jabalina y lucha.

La organización

La dirección y organización de los juegos recaía sobre la Bulé de Olimpia, conocido como el Consejo Olímpico. Se encargaba principalmente de elegir a los jueces de las pruebas y a castigarlos si no desempeñaban su labor correctamente. También controlaban los ingresos y los gastos del tesoro de Zeus en la ciudad.

Los jueces o helladónicas eran designados 10 meses antes de la celebración de los juegos y sólo eran elegidos para una celebración, aunque podían ser reelegidos. Seleccionaban a los participantes, supervisaban los entrenamientos, inspeccionaban las instalaciones, dirigían las pruebas y entregaban las condecoraciones.

Los theólocos eran los sacerdotes que supervisaban los templos, realizaban los ritos y conservaban los altares. Sus funciones se limitaban a la liturgia.

Las normas

- Sólo podían participar griegos de condición libre, que debían entrenar obligatoriamente en Elis (ciudad a 50 km de Olimpia) y prestar el juramento ritual

- Sólo las mujeres solteras podían entrar pero como espectadoras.

- Era obligatorio participar desnudo.

- No se podía matar al adversario ni empujarle en las carreras.

- Los sobornos se castigaban con azotes

- Los jueces no podían participar

- Quedaban excluidos todos aquellos que tuvieran multas, los delincuentes, los reincidentes, los homicidas y los sacrílegos

- Si un atleta llegaba con retraso se le excluía de la prueba

- Se podía reclamar al senado de Olimpia si se estaba en desacuerdo con la decisión de los jueces, pero este desacuerdo no podía manifestarse públicamente.

El desarrollo

Cuando se acercaba la fecha de celebración de los juegos, se declaraba una tregua sagrada, que ponía fin a todos los enfrentamientos militares, la preparación de ejércitos, construcción de armas… Los heraldos eran los encargados de dar a conocer esta tregua al tiempo que anunciaban los juegos.

El día antes de comenzar los juegos, participantes y jueces abandonaban Elis y se dirigían al altar de Zeus en Olimpia, donde juraban delante de la imponente estatua de Zeus de marfil y oro y doce metros de altura (una de las maravillas del mundo) que no iban a delinquir contra los juegos y manifestaban que habían seguido el entrenamiento obligatorio durante los 10 meses anteriores.

El primer día actuaban heraldos y trompeteros (posteriormente se convertiría en otra categoría). El segundo día competían los más jóvenes. El tercer día tenían lugar las competiciones ecuestres, era el día de la aristocracia por antonomasia, pues eran los nobles quienes poseían carros y caballos para participar. Como curiosidad, decir que como en estas carreras el vencedor era el dueño del carro o del caballo, se dieron casos en los que la galardonada fue una mujer.

El cuarto día era el más importante, ya que se realizaba un ritual en honor a Zeus y se sacrificaban 100 bueyes en su honor.

El quinto día se celebraban el díaulo, el dólico, la lucha, el pugilato y el pancracio. El día finalizaba con la hoplitodromía. El sexto día era el cierre de los juegos y la entrega de premios. Los premios no consistían en nada material, sino en el honor y la gloria. Para simbolizarlo se les dio en principio una manzana, pero después se pasó a la corona de laurel y una cinta de lana en la frente. El nombre, el del padre, el lugar de nacimiento y el linaje de cada ganador se inscribían en un registro. El que conseguía vencer en todas las pruebas del pentatlón, tenía derecho a una estatua en el templo de Zeus. Al regresar a sus polis los ganadores eran recibidos como héroes; poetas y oradores narraban sus hazañas. Existe constancia del nombre del primer ganador de los Juegos Olímpicos: fue Koreibos de Elida y recibió como premio una manzana. El último ganador antes de su prohibición fue el armenio Varazdat.

Los juegos fueron prohibidos en 394 por Teodosio el Grande por considerarlos paganos al servir de adoración a falsos dioses, aunque la versión oficial fue que el obispo de Milán, san Ambrosio, veía las competiciones como un espectáculo cruel y sangriento.

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