jueves, 5 de agosto de 2010

La Hispania prerromana

Entendemos como pueblos de la Hispania prerromana todas aquellas tribus que ocupaban un espacio más o menos definido en la Península Ibérica, que desarrollaron características propias que permiten hacer una diferenciación más o menos clara entre unos y otros. Como se puede ver en el mapa, la realidad étnico-cultural inmediatamente anterior a la llegada de los romanos era bastante compleja, ya que había más tribus de las que aparecen en la imagen y seguramente existieran grupos que hoy desconocemos.

Respecto al origen de estos pueblos, hay varias teorías según la zona de la que hablemos, aunque no todas están confirmadas. Expongo aquí las más populares aunque también son discutibles:

- Origen tartésico: se aplicaría al sudoeste penínsular y estaban considerados los más civilizados.
- Origen íbero: englobaría a los habitantes del Levante, incluyendo algunas áreas de Aragón y del interior de Cataluña también. Se cree que era población autóctona (aunque está sin demostrar) y con raíces no indoeuropeas.
- Origen celta: habitantes de la Meseta y del centro peninsular, llegados con las invasiones del siglo VIII a.C., guerreros y dominadores.

La estructura de estos pueblos era tribal, basada en la acumulación del poder en torno a la figura de un rey o caudillo y no llegaron a establecer auténticas ciudades; quizá este paso llegó a darse en Tartessos, donde hay pruebas de la especialización del trabajo y un comercio organizado. Se dice que la evolución de estos pueblos hacia la Edad de los Metales fue a través del comercio con los griegos y fenicios, que hizo que estas novedades fuesen extendiéndose por todo el territorio, aunque yo abogo más por una teoría quizá más evolucionista: las novedades y adelantos fueron surgiendo de forma interna en cada pueblo, seguramente por iniciativas individualistas, y obviamente, fue avanzando y perfeccionándose con el contacto con sus vecinos y pueblos extranjeros.

Todos estos pueblos, en especial los de la Meseta, se basaban en una economía básica agrícola de trigo y cebada y especialmente ganadería bovina, ya que era símbolo de riqueza. También se practicaba la caza mayor de jabalíes y ciervos. Todos estos cambios favorecieron que se necesitasen mejores herramientas. Esta economía se complementaba con el cultivo de pequeños huertos. Aunque se ha mencionado el cultivo de plantas medicinales, personalmente no lo veo probable dado el crecimiento espontáneo de estas especies en la propia naturaleza y de manera abundante.

En cuanto a su labor industrial, ésta se centraba en la cerámica y en la metalurgia, destacando especialmente los trabajos de joyería. La construcción de viviendas era bastante rudimentaria en cuanto a materiales, basados principalmente en la piedra y el barro, aunque se han encontrado restos de madera también en especial usada como postes. La estructura era circular y unifamiliar, con un hogar en la parte central.

Poco a poco iré desarrollando las características de cada pueblo para comprender las diferencias entre unos y otros, más allá de la localización geográfica. Veremos cómo la forma de vida de cada uno de estos pueblos depende en gran medida del clima y de su entorno y de qué manera les afectan las relaciones con los pueblos vecinos.

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