miércoles, 3 de agosto de 2011

Los celtíberos

Conocemos como celtíberos a los pueblos celtas que habitaban al oeste de la Cordillera Ibérica. A menudo se utiliza el término "celtíbero" para referirse en general a los pueblos celtas de la Península Ibérica pero esto es incorrecto; lo adecuado sería usar la palabra "celtibérico". El nombre "celtíbero" fue dado a estos pueblos por los romanos, ya que los consideraban una mezcla de íberos y celtas. Hoy día sabemos que los pueblos celtíberos tenían una cultura totalmente celta.

Hay muchas teorías acerca del territorio que ocupaban y si absorbían o no a otros pueblos menores, pero parece ser que se podría decir que ocupaban Guadalajara, Zaragoza, Teruel, el sur de la Rioja, Soria y parte de Burgos. Otros autores lo extienden incluso a Asturias y Cuenca, pero yo de momento lo dejaré así. Algunos pueblos menores están considerados celtíberos, como por ejemplo, los arévacos, por lo que se ha considerado que el término "celtíbero" podría aplicarse para señalar una entidad étnica más que política o cultural.

Encontramos el comienzo de su desarrollo alrededor de los siglos VII - VI a.C., con novedades en la forma de asentamiento, la tecnología y los rituales funerarios que indicaban la presencia de una clase guerrera que produjo la existencia de una fuerte jerarquización social. Se percibe la influencia de la cultura de los Campos de Urnas proveniente del continente (lo que explicaría que hablasen una lengua celta) y por otro lado, cierta influencia íbera en el uso de la moneda y la escritura. El aprovechamiento de los recursos naturales y su situación de paso entre la costa mediterránea y el interior de la península hizo que los celtíberos se convirtieran en un pueblo rico en habitantes y poder.

Socialmente la población se estructuraba siguiendo un método de consanguineidad, es decir, cada familia o gens descendía de un antepasado común. Esto se manifiesta en la vida cotidiana cuando vemos que todos los miembros de una gens comían y dormían juntos. El núcleo familiar estricto quedaba supeditado a la gens, lo que se ha deducido por los estudios epigráficos de la zona. Políticamente se organizaban mediante una asamblea popular, un consejo de ancianos y unos viros o veramos (magistrados), lo que quizá era un reflejo también de la organización social, en la que había una jerarquía militar dominante.

La economía de los celtíberos se basaba en la agricultura del trigo y la cebada y en menor medida, las legumbres, la vid y los frutos. Se sabe que también se recolectaban nueces y bellotas. En cuanto a la ganadería, la mitad de la misma se centraba en las cabras y ovejas, de las que obtenían leche, carne y lana; el resto estaba constituido por vacas y cerdos y animales de tracción. Se cazaban ciervos, corzos, jabalíes, liebres, conejos, osos y lobos. Por último, existía una importancia explotación de minerales, destacando entre ellos el hierro, que fue lo que proporcionó más poder y riqueza a la zona.

En cuanto a la religión, no se conocen demasiados datos aunque se piensa que seguramente su panteón estaría conformado por una serie de divinidades de la naturaleza, divinidades celtas de amplia difusión (Lug o las Matres) y dioses locales de tipo animista y con carácter totémico o territorial. No se conoce la existencia de templos en el interior de las ciudades, por lo que se supone que el culto se daría en el exterior de las mismas, en recintos naturales sin intervención de la mano del hombre.

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