lunes, 28 de junio de 2010

Las tropas auxiliares en el Ejército Romano

Cuando pensamos en el ejército romano, se nos viene la imagen de un aparato militar firma y poderoso. Vemos infantería pesada, caballería, arqueros... y si pensamos que conquistaron medio mundo conocido, no podemos más que pensar que estaban muy preparados. Y no es que no sea cierto, pero tampoco podemos dejarles todo el mérito a los romanos, ya que el ejército romano se completaba con tropas auxiliares reclutadas en las zonas en las que se hacía campaña. Estas tropas completaban las carencias que tenían los militares romanos y además, proporcionaban sistemas novedosos y muy útiles a desarrollar sobre el terreno. En un primer momento, se les contrataba sobre la marcha para campañas concretas pero ya en época de Augusto, pasaron a formar parte del ejército regular. Estos soldados recibirían como premio la ciudadanía romana tras 25 años de servicio.

Estas tropas auxiliares al principio se mezclaban con los soldados romanos tanto en los campamentos como en el campo de batalla, pero a mediados del siglo I d.C., fueron separadas de las legiones y se establecieron en sus propios campamentos, llamados castellum. Por este motivo, hubo que cambiar su organización y ampliar su número, ya que resultaban pocos a la hora de agruparse para lanzar un ataque en plena batalla. Las cifras finales se quedaron en 800 infantes, 720 jinetes, o 800 soldados y 240 caballeros, según fueran cohortes de infantería, alas de caballería o cohortes equitatas.

El armamento y la forma de vestir eran diferentes según la procedencia de las tropas, como por ejemplo los arqueros sirios, los jinetes africanos, la caballería parta... Los mandos siempre eran ciudadanos romanos, por lo general un caballero miembro del ordo equester, así como los centuriones y decuriones. Obviamente y por precaución, era mejor que las tropas extranjeras estuviesen controladas por ciudadanos romanos para evitar sublevaciones de cualquier tipo y sorpresas de última hora. En cualquier caso, había unidades a las que por ciertas acciones meritorias, se les equipaba de la misma manera que a los legionarios aunque conservaran armas propias.

Con el tiempo, aproximadamente a mediados del siglo II, las tropas auxiliares comenzaron a homologarse con las regulares, por lo que el ejército romano perdió eficacia y volvió al punto de partida. Aparte de esto, en esa época se unieron al ejército romano nuevas tropas de bárbaros que eran difíciles de encuadrar en las unidades ya existentes, por lo que se tuvieron que crear algunas nuevas. Aún así, volvió a repetirse la historia: estas nuevas tropas se hicieron permanentes y en el siglo IV, ya no había distinción entre los auxiliares y los regulares.

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sábado, 19 de junio de 2010

El solsticio de verano en Roma

Desde el comienzo de los tiempos se ha celebrado el solsticio de verano, fenómeno astrológico que suele acontener el 21 de junio y que indica que el sol ha llegado a lo más alto; es el día con más horas de luz del año. A partir de este día, los días irán acortándose hasta llegar al solsticio de invierno, el 22 de diciembre, el día más corto del año.

En la Antigüedad, ya se tenía constancia de este hecho y en muchas civilizaciones en todo el mundo se celebraba el esplendor del sol con eventos relacionados sobretodo con el fuego como símbolo solar por excelencia. No hay que pensar que esta celebración tenía un carácter religioso siempre, a pesar de que muchas civilizaciones lo asociaron a sus mitos. Los mahometanos, por ejemplo, celebraban y celebran esta fecha a pesar de que ellos se rigen por un calendario lunar, quizá como reminiscencia de cultos orientales y evidentemente pre-islámicos.

En la Antigua Roma, se celebraba en este día el matrimonio de Júpiter y Juno y para simbolizar su unión se utilizaba el roble. De hecho, todo el mes de junio estaba consagrado por Juno y por lo tanto, al matrimonio, siendo considerado mejor mes para casarse. También se dedicaba este día a Servio Tulio, sexto rey de Roma, quien fue protegido por la diosa Fortuna e incluso su amante, según la tradición, e introductor de su culto. Todos los niños que se concebían en esta fiesta eran considerados hijos del fuego.

Las celebraciones consistían principalmente en encender hogueras por toda la ciudad, que debían ser saltadas un número impar de veces (normalmente tres o siete) para conseguir buena fortuna. Además, en las casas se encendían velas o antorchas que eran veladas toda la noche para que no se apagaran, como símbolo de la fuerza del sol, que debía ser alimentada para que no se extinguiera.También era costumbre navegar por los ríos en barcas adornadas con flores.

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martes, 8 de junio de 2010

Ishtar

Ishtar es una diosa mesopotámica que fue adorada por los babilonios, los sumerios (con el nombre de Innana) y los fenicios (con el nombre de Astarté). Representaba el amor, la fertilidad y la vida y la podemos encuadrar en el prototipo de Diosa Madre. Se la supone hija del dios de la luna, Sin, y de la Luna misma, Nannar. Su consorte es el dios Tammuz, que a su vez era su hermano. Tiene un carácter astral, ya que ha sido identificada con el Sol, la Luna, el planeta Venus y las estrellas formando constelaciones. Su símbolo, de hecho, es una estrella de ocho puntas, y la palabra estelar viene derivada de su nombre.

La leyenda por la que Ishtar es especialmente conocida es aquella en la que desciende a los infiernos para buscar a su esposo. Ereshkigal, su hermana, era quien lo retenía allí, ya que tenía poder sobre la vida y la muerte. Tuvo que atravesar siete puertas, perdiendo una prenda de ropa cada vez que atravesaba una, hasta que llegó al infierno, totalmente desnuda. Ereshkigal la mató y la colgó de un clavo.

Debido a la ausencia de Ishtar, la Tierra comenzó a languidecer. Papsukal, el sirviente de Ishtar, les contó lo sucedido a los dioses, quien lograron de volverle la vida y sacarla de los infiernos. La única condición que tuvo que cumplir fue permitir que Tammuz pasara seis meses en el infierno, durante los cuales ella lamentaba su pérdida. Se cree que en esta leyenda tiene su origen la Danza de los Siete Velos.

El culto de Ishtar estaba relacionado con la prostitución sagrada, mediante la cual se revelaban los Grands Misterios de la Diosa. Las prostitutas de Ishtar se ofrecían a aquellos que quisieran experimentar a la diosa a través de ellas a cambio de una suma de dinero para el templo. Hay que precisar que en aquellos tiempos, este tipo de prostitución no tenía las connotaciones que le vemos hoy día. Era un orgullo ser una prostituta del Templo de Ishtar, no sólo para la mujer que la ejercía, sino para toda su familia, ya que implicaba un servicio directo a la diosa y una actividad mística y religiosa que ayudaba a la prosperidad de la ciudad.

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viernes, 4 de junio de 2010

La invención de la rueda

VUno de los inventos fundamentales en la historia de la humanidad es sin duda alguna la rueda. Su aparición mejoró los sistemas de transporte, favoreció avances en la alfarería y permitió la fabricación de máquinas complejas en conjunción con otros elementos. No podemos precisar el momento exacto de su aparición, ni los factores que llevaron a su descubrimiento, pero sí existen algunas teorías al respecto y son las que voy a mostrar en este artículo.

Se piensa que el nombre "rueda" proviene de la raiz indoeuropea "rota", que a su vez provendría de "ret", "rodar". Es una secuencia lógica que se cree que surgió en los pueblos próximo-orientales, desde los que se difundió hacia Occidente, introduciéndose en los dos lenguajes principales del Mediterráneo: el griego y el latín. Respecto al razonamiento podría haber llevado a la fabricación de la primera rueda, seguramente se basó en la observación directa de la naturaleza: un tronco que rodaba, una piedra con formas redondeadas...

Se cree que el origen de la rueda está en el neolítico y que formó parte de la serie de avances tecnológicos que permitieron el paso a la Edad de Bronce. Seguramente surgió en Mesopotamia en el 5º milenio a.C, aplicado primero a la alfarería y después a los carros. Un milenio más tarde, se introduciría en Europa. Yendo en dirección contraria, llegaría hasta la India y hasta China, ya en el 2º milenio a.C. En cuanto al continente americano, que no tuvo contacto con estas civilizaciones, encontramos las evidencias de la rueda en fechas tardías, en el 1500 a.C. Antes de que este dato pudiera utilizarse para elaborar teorías acerca de las capacidades intelectuales y quién sabe qué más, diré que en esa zona no había animales grandes de tiro, por lo que no surgió la posibilidad de utilizar carros; además de que las civilizaciones más avanzadas de América habitaban terrenos escapardos. Recordemos que los inventos surgen a partir de la aparición de una necesidad.

Las primeras ruedas constaban simplemente de una forma circular con un agujero central en el que se insertaría el eje; posteriormente se añadirían los radios, que proporcionarían más velocidad y ligereza. Los celtas añadirían un revestimiento de hierro a modo de llanta, que los romanos sustituirían por bronce. Los daneses usaron cojinetes de madera que suavizaban la fricción de la rueda. No se introdujeron más mejoras en este sentido hasta el siglo XIX. Durante la Edad Antigua, la rueda se utilizó sólo para el transporte y la alfarería. Habría que esperar hasta la Edad Media para que comenzase a utilizarse en la construción de maquinaria más compleja.

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