miércoles, 17 de febrero de 2010

Diana

Diana está considerada la diosa de los bosques y de la caza, de la vida salvaje, de la luna, protectora de los niños y de los animales. También se consideró un emblema de la castidad y por ese motivo, tanto ella como la diosa Minerva fueron llamadas "vírgenes blancas". Fue asimilada muy pronto con la diosa griega Ártemis, y es uno de esos casos en los que los rasgos son tan parecidos que apenas podemos encontrar diferencias entre una y otra. Uno de los santuarios más importantes de Diana está situado en Aricia, cerca de Roma, junto al lago Nemi, donde se la conoce como Diana Nemorensis, Diana de los Bosques.

Se dice que los ritos practicados en este lugar tenían un carácter bastante salvaje. Los iniciados en su culto sufrían latigazos crueles hasta sangrar. Las sacerdotisas solían emborracharse a base de bebidas y pociones que les hacían tener visiones de la diosa. El sacerdote de la Diana de Nemi, el llamado Rex Nemorensis (Rey de los Bosques) podía ser muerto por cualquiera que quisiera sucederle, ya que a Diana le gustaban los sacrificios humanos. Existía en este lugar un enorme tabú relacionado con los caballos, los cuales no podían acercarse al templo, por lo visto porque los caballos habían sido la causa de la muerte de Hipólito, el primer sacerdote de Diana, al que ella misma salvó de Teseo tras haber sido resucitado por Asclepio. También se habla de la existencia de una cierva consagrada a Diana. Este animal gozaba de una extrema longevidad y su suerte estaba ligada a la de la ciudad de Aricia.
A pesar de la imagen que normalmente se tiene de ella, Diana es severa, cruel y vengativa. Si se resiente contra alguien, destruye cosechas, mata animales, envía epidemias e incluso puede exigir muertes humanas. Aplicaba el mismo rigor a las ninfas que las seguían, castigándolas duramente si cometían algún error, como fue el caso de Calisto, a la que transformó en osa y expulsó de su séquito por quedarse embarazada. El pastor Acteón, que la vio bañarse desnuda, fue transformado en venado y devorado por los perros de caza de la diosa.
En Roma se celebraba su festividad el 13 de agosto, teniendo su altar en el monte Aventino, por lo que su culto estaba considerado "extranjero" al no estar dentro de la propia ciudad de Roma, igual que pasaba por ejemplo con Baco. Durante esta fiesta, las mujeres acudían a pedir protección para el parto y los hombres aprovechaban para purificarse por los animales salvajes que habían matado.

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lunes, 8 de febrero de 2010

El dios Pan

Encontramos el origen del dios Pan en Arcadia, aunque su culto se extendió después a toda Grecia e incluso llegó a superar los límites del mundo helénico. Se lo consideraba regente de los rebaños y de los pastores. Su imagen era mitad hombre, mitad animal. Tiene dos pequeños cuernos en la frente y sus miembros inferiores son los de un macho cabrío. Es ágil y está bien dotado para la carrera; trepa por las rocas y se oculta entre la maleza con habilidad. Se dice que sus mayores placeres son el frescor de las fuentes y la sombra de los bosques, lo que encarna también los gustos de los propios pastores. Hay que añadir además su extraordinario apetito sexual que le hacía perseguir incansablemente tanto a ninfas como a muchachos. Los símbolos de Pan son una siringa, un cayado de pastor y una corona o ramo de pino.

Conocemos pocas leyendas acerca de este dios, y las que hay son producto de épocas posteriores, dado que muchos autores alejandrinos lo idealizaron para sus composiciones. Tampoco aparece mencionado en los textos homéricos excepto en uno que cuando la historia de su nacimiento. Tenía un aspecto tan mosntruoso que su madre se asustó, así que Hermens lo envolvió en una piel de liebre y lo llevó al Olimpo; a los dioses les encantó, especialmente a Dioniso. Le pusieron de nombre Pan, que en griego quiere decir "todo", porque les alegró a todos.

Pan estuvo enamorado de la ninfa Eco y de la diosa Selene, quien accedió a sus pretensiones a cambio de un rebaño de bueyes blancos.

En Roma se le identificó con el dios Fauno, protector de los rebaños, y de forma más general, con Silvano, el dios de los bosques. Es difícil distinguirlos en cuanto a sus cualidades, así lo mejor es fijarnos en su representación, ya que mientras Fauno aparece con forma humana pero cuernos de cabra y pezunas de macho cabrío, Silvano aparece como un anciano con la fuerza de un joven.

Existe una leyenda de tiempos de Tiberio en los que se afirma que una noche se escuchó una voz desde el mar que decía: "¡El dios Pan ha muerto!". Se ha interpretado como el símbolo del nacimiento del cristianismo y el fin del paganismo en el Imperio Romano, por lo que podemos pensar que Pan era el dios pagano por excelencia, y que su muerte representaba la muerte de las creencias pre-cristianas. En cualquier caso, esto no significa que el paganismo muriera en aquella época, puesto que encontramos prohibiciones imperiales de cultos paganos a finales del siglo II d.C., de lo que se deduce que el culto pagano continuó practicándose.

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martes, 2 de febrero de 2010

Marduk

Marduk era el dios tutelar de la ciudad de Babilonia. Llegó a su máximo esplendor durante el siglo XVII a.C., bajo el reinado de Hammurabi, cuando Babilonia pasó a ser la ciudad capital de todo el área mesopotámica, convirtiéndose también Marduk en el dios principal de todo el panteón. La principal fuente para conocer los rasgos y hazañas de este dios es el Enûma Elish, un poema que se escribió para explicar su llegada al poder y que cuenta sus gestas heroicas en el mundo de los dioses. También contiene los 50 nombres de Marduk.

El carácter original de Marduk es oscuro, pero posteriormente fue conectado con el agua, la vegetación, la magia y el juicio. Se le representa con forma humana y su símbolo es una serpiente-dragón. Estaba casado con Sarpanitu, diosa del parto, y tuvieron a Nabu, el dios de la sabiduría. Su festividad se llevaba a cabo en el equinoccio de primavera, cuando se leían algunos versos del Enûma Elish ante su estatua para conmemorar su victoria sobre Tiamat, que conllevó el control de las fuerzas primitivas del caos.

El origen de esta lucha lo encontramos cuando los dioses más antiguos, Apsu y Tiamat, fueron molestados por los ruidos que ocasionaban los dioses más jóvenes, Anu y Ea. Apsu decidio acabar con ellos pero Ea se adelantó, matando a Apsu y dando a luz a Marduk poco después. Tiamat, furiosa, se convirtió en dragón y creó un ejército de monstruos liderados por Kingu, quien tenía las Tablas del Destino atadas a su pecho.

Marduk se ofreció a luchar contra Tiamat a cambio de ser aceptado como rey por el resto de dioses. Partió a Tiamat en dos partes, que serían el cielo y la tierra, e hizo brotar de sus ojos los ríos Tigris y Eúfrates. Después mató a Kingu y usó las Tablas del Destino para crear el cosmos. Con su sangre creó a la humanidad y después fundó la ciudad de Babilonia para que fuera su templo.

Esta historia es comparable a las luchas entre dioses de distintas generaciones que existen en otras mitologías, como la Titanomaquia griega o la derrota de los Fomoré en Irlanda, y que por lo general traen a la tierra la civilización y el orden.

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